Por: Alejandro Rosa

Empezamos un nuevo año. Un año en el que seguramente nos seguirán acompañando la “nueva normalidad” y las consecuencias de la pandemia. Les propongo, entonces, repasar lo que nos ha dejado un 2020 sin precedentes, y descubrir juntos algunas enseñanzas y respuestas innovadoras que podamos capitalizar hacia el futuro para el gobierno de nuestras organizaciones. 

  1. Repensar la composición del Directorio: si hay que cambiarlo, el momento es ahora

Tener un plan de sucesión estratégico a largo plazo sigue siendo importante, pero ante la disrupción que significó el año 2020 es posible que descubramos que es necesario agregar habilidades o experiencias específicas al equipo. Si ese es el caso, el cambio debe abordarse de inmediato. Los directorios que se muevan rápidamente tendrán que ajustar el plan de sucesión a largo plazo para adaptarse a la mejora, pero el valor inmediato que agregarán a su funcionamiento seguro valdrá la pena.

  1. Mejorar el conocimiento del Directorio invitando a expertos externos a las reuniones

Los directores saben que es cada vez más difícil tener en el Directorio todas las habilidades necesarias para supervisar la estrategia, los riesgos y el avance de los negocios de la empresa. Es cada vez más común ver Directorios que aprovechan a expertos externos para mantener al equipo actualizado y capacitado para enfrentar estos desafíos.

Dos ejemplos son los temas de seguridad informática e inversores. Es común que los Directorios escuchen ahora directamente a expertos externos en ciberseguridad (además del CISO o CIO de la empresa) al momento de evaluar la solidez del programa implementado por la empresa para prevenir ese riesgo. Por otro lado, muchos directorios invitan a banqueros o portfolio managers al menos una vez al año para escuchar de ellos una visión de la empresa a través de la lente del inversor. 

El mundo se mueve rápidamente, la cantidad de riesgos aumenta constantemente y el tiempo de los directores es escaso y valioso. Por ello, puede ser el momento de ampliar la perspectiva y no limitar a su Directorio a escuchar los desafíos solo de parte de los miembros de la empresa.

  1. Informarse y ponerse a trabajar en la supervisión de ESG

Si bien es un tema que está en las agendas empresariales desde hace varios años, en 2020 fue evidente para los Directorios la necesidad de comprender dónde se encuentra la empresa en una variedad de cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). De acuerdo con la última encuesta anual de Directores de PwC, los directores que dijeron que los temas de ESG eran una parte regular de la agenda de su Directorio, pasaron del 34% en 2019 al 45% en 2020. 

El camino más eficaz para avanzar sobre estos temas puede resumirse en tres pasos:

• Empezar por lograr una comprensión básica de lo que la empresa ha estado haciendo en relación con los riesgos y oportunidades de ESG.

• Solicitar y trabajar sobre un “gap analysis” entre lo que la empresa ha venido haciendo y lo que las partes interesadas (inversores y otros) esperan ahora, y solicitar a la gerencia que proponga un plan para priorizar y “atacar” las brechas identificadas. Considerar también cómo se compara la empresa con sus pares.

• Una vez que el Directorio entienda y apruebe el plan que desarrollará la empresa, podrá comenzar a enfocarse en cómo supervisará este esfuerzo. A partir de ahí, es importante que tanto el Directorio en pleno como los comités trabajen en esa supervisión.

  1. Modernizar la información utilizada por el Directorio

Una iniciativa para dinamizar y hacer más productivas las reuniones del Directorio puede ser repensar los reportes y paquetes de información que reciben los directores, en favor de tableros de control con información más concreta y consistente. Hemos comentado muchas veces que a medida que los paquetes de información aumentan de tamaño y, en muchos casos, se convierten en presentaciones estáticas, los directores deberían replantarse si están recibiendo la información correcta y en el formato más adecuado. Algunas preguntas básicas para hacerse: 

“¿Se pueden reemplazar estas 30 páginas como lectura previa por un panel de datos de 1 a 2 páginas?” 

“¿Por qué recibimos un informe completo sobre este tema en cada reunión, a pesar de que solo es necesario recibir una actualización?” 

“¿Podemos definir para cada una de las áreas críticas de le empresa una serie de 3 o 4 KPIs en forma conjunta con la gerencia, y diseñar el paquete de información en torno a ellos?»

Algunas áreas particulares en las que los tableros pueden ser útiles podrían ser el programa de ética y cumplimiento, la labor de auditoría interna, las evaluaciones de la cultura y clima organizacional, la ciberseguridad y las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión. Para monitorear estas y otras áreas con grandes desafíos, el Directorio debe tener información concreta reportada consistentemente para poder evaluar su status periódicamente y rastrear el progreso hacia los hitos y metas.

  1. Enfocar a la empresa en salir fortalecida de la pandemia 

Esta pandemia permanecerá con nosotros durante, al menos, una gran parte de 2021. Las empresas deben aprovechar la oportunidad para emerger más fuertes. El Directorio debe liderar este proceso desafiando a la organización a aprender de la experiencia y realizar cambios en sus prácticas de trabajo, cadenas de suministro o modelos comerciales, según sea necesario. Ninguna empresa debería estar planeando volver a la normalidad tal como la conocimos. En primer lugar, porque no está del todo claro cómo será esa “normalidad” a la que supuestamente se volverá, y además, porque este es un momento para ser creativos, “oportunistas” en el buen sentido de la palabra. Cuestiones como reconsiderar los acuerdos laborales para permitir el trabajo remoto (expandiendo y diversificando el grupo de talentos en el proceso), explorar cómo las cadenas de suministro se pueden hacer más resilientes, encontrar maneras de acelerar la transformación digital para ser más eficientes, o profundizar las relaciones con los clientes, en todos los casos requerirán, por parte de la gerencia, de mente abierta, liderazgo y también algo de audacia. Los Directorios deben acompañar ese proceso de reconfiguración organizacional y de negocios apoyando a la gerencia con su experiencia, y desafiando sus análisis y conclusiones en busca de las mejores soluciones.