Por Alejandro Marchionna Faré

Los amigos del consabido colectivo de la línea 102 se encuentran debatiendo otro tema en el escritorio del departamento del contador.

Ambos cultores de los conceptos de gobernanza por un lado y de democracia republicana por el otro, profundizaban hoy sobre la gobernanza de las alianzas políticas en un sistema democrático. La contemplación de los disensos en la coalición de gobierno y en la principal coalición de oposición los preocupaba tanto como ciudadanos y como personas activas en sus diversas profesiones y negocios.

“Hace tiempo que evalúo y pienso en el impacto que estamos sintiendo en la empresa familiar desde que se desencadenó esta guerra de guerrillas después de las PASO de 2021. Por eso te pedí que vinieras para que pudiéramos tener una charla más tranquila que las que tenemos en el 102, sin riesgos de muerte o de ataques a nuestras limitadas pertenencias”.

“Bueno, yo también soy director de nuestra empresa familiar, aunque prefiero la docencia en la Facultad. También nosotros padecemos la incertidumbre de dos años de pandemia, casi un año de lucha política fratricida y algunos meses de una guerra europea que pensábamos que sólo se daban en las películas de la Segunda Guerra Mundial”. 

“Dos cisnes negros, ¿o tres? Hace poco leí un muy buen artículo sobre el tema”.

“Para arrancar el partido, leí algunos papers del CIPPEC y traje impreso algo que saqué del sitio ace Red de conocimientos electorales”.

“No conozco ace, pero yo tengo impreso algo que bajé de la web del NDI, National Democratic Institute, que me parece que tiene lazos con el Partido Demócrata de los EE.UU. pero incluye a varios republicanos moderados”.

“Y yo bajé y empecé a leer en mi Kindle un libro de dos franceses – Christophe Assens y Aline Courie Lemeur. No habla de política pero sí toma el tema de alianzas desde la perspectiva del negocio de dos o más empresas que trabajan juntas con un objetivo en común”.

“Ja, y yo leí un paper muy bueno sobre el Frente Amplio de Uruguay”.

“Bueno, bueno, esto parece uno de nuestros viejos partidos de fútbol. Ya no estamos para este tipo de competencia. Queremos entender el tema, no convertirnos en grandes expertos”.

“OK, empecemos a hablar entonces. Parece que los partidos políticos forman una coalición preelectoral cuando anuncian que pretenden gobernar en forma conjunta si reciben los votos necesarios. Si la campaña es conjunta, la teoría dice que los electores que votan por la coalición suelen obtener lo que querían.”

“Bueno, algunos votantes de Cambiemos en 2015 no obtuvieron lo que quisieron. Y parece que varios votantes de la coalición triunfante en 2019 no están muy contentos con lo que hace su gobierno”.

“Continúo con los conceptos. Si sigo con el material de ace, las alianzas preelectorales son comunes en las democracias liberales: en Europa Occidental, se formaron más de 200 coaliciones preelectorales entre 1946 y 2012. Las coaliciones varían entre vagas promesas de gobernar conjuntamente hasta una plataforma común bien estructurada y a veces orientaciones para emitir el voto”.

“Bueno según Carroll y Cox, el compromiso más débil sería el de una simple manifestación de la voluntad de trabajar de manera conjunta, luego una plataforma común, seguido por la postulación de listas conjuntas a nivel provincial o nacional y el más sólido sería el de las candidaturas únicas”. 

“Leí en ace que hay dos grandes hipótesis sobre la creación de una coalición. La de la “desproporcionalidad” sostiene se dan en los sistemas electorales de mayoría/pluralidad, que dan ventajas a los partidos más grandes. Si compiten más de dos partidos, los más grandes tienden a buscar alianzas preelectorales para incrementar sus oportunidades de lograr la mayoría de las bancas. La otra es la teoría del “mecanismo de señales”. La formación de coaliciones previas a las elecciones se interpreta como una señal o demostración clara al electorado de que el partido será capaz de gobernar al país bajo una coalición estable. Esto puede ser especialmente válido en situaciones donde los partidos opositores forman grandes coaliciones contra el partido gobernante. Si un gran partido ha gobernado por mucho tiempo, es posible que los partidos opositores traten de acercar sus posiciones para formar una alianza a fin de sustituir al gobierno”.

“Me recuerda a Venezuela, pero también a la Argentina”.

“Si tomo la pequeña guía del NDI que preparó para partidos políticos con antojo de coalición, sugiere un proceso de cuatro pasos: 1) Definir la estrategia por partido 2) Negociar la coalición 3) Documentar Aprobar Difundir 4) Operar la coalición”.

“Qué fácil parece… Pero contame qué dice esa guía sobre el aspecto 4). Me parece el más relevante para entender lo que ocurre, ¿no?”

“Bien. Aquí van los bullet points de la guía.

  • Prestar atención especial al rol de líder de la coalición.
  • Elegir cuidadosamente a los líderes de los grupos parlamentarios. 
  • Desarrollar líneas claras de comunicación interna.
  • Usar una combinación de canales de comunicación formales e informales.
  • Utilizar asesores políticos para facilitar la comunicación y ayudar a resolver conflictos de baja intensidad.
  • Utilizar subcomités especializados cuando sea necesario.
  • Hablarle al público con una sola voz, pero dar a cada miembro oportunidades para compartir el escenario.
  • Resolver los desacuerdos a puerta cerrada.
  • Crear un espacio único dentro de la coalición. 
  • Mantener fuera del gobierno (si la coalición vence) a algunos funcionarios clave de cada partido. 
  • Mantener informadas a las estructuras de los diferentes partidos.  
  • Seguir organizando actividades específicas a cada partido.
  • Monitorear continuamente el impacto de la coalición en el funcionamiento de cada partido y tomar acciones correctivas en caso de ser necesario”.

“Todo esto parece súper lógico y fácil de organizar, incluso para una coalición argentina”.

“Bueno, el ejemplo del Frente Amplio de Uruguay me parece muy relevante. Por empezar, el autor detecta condiciones especiales en las coaliciones en democracias no parlamentarias sino con una impronta presidencialista: 

  • salvo en situaciones excepcionales, el presidente cumplirá su período de gobierno (4–6 años) porque los períodos por los que fueron elegidos están fijos y no son dependientes de una mutua confianza; 2
  • el presidente casi siempre es el armador de la coalición”. 

“Uuuuuhhhhhhhhhhhhhhh”.

“Dejame seguir. Los presidentes tienen la legitimidad que les da la elección directa y que les da el poder ejecutivo más allá de las negociaciones de formación de la coalición y la Constitución les da el poder de dilatar o vetar la legislación. Es extremadamente difícil, si no imposible, que una coalición gobierne en forma eficaz sin el apoyo del president”.

“Uuuuuuuuuuhhhhhhhhhhhhhhh. ¿No debieron decir vicepresidente?”

“Pero no, justamente allí está una de las anomalías de nuestra situación argentina… El autor sigue diciendo que la mayoría de los actores en la coalición asumen que el presidente es un socio necesario en la coalición.” 

“Chan, pero gran chan”.

“No me interrumpas ahora, me siento casi como Freddy Mercury. Los incentivos para formar y sostener coaliciones son diferentes en un sistema presidencialista. Primero, hay menos posibilidades de coalición ya que el Partido del presidente se supone que será parte de ella. Segundo, dada la influencia que el prestigio del presidente tiene en la evaluación de los ciudadanos sobre el rumbo del gobierno, los socios de la coalición del presidente tienen menos capacidad de asignarse crédito por su buena performance (si la hay…) y por lo tanto tienen menos incentivo a formar parte de la coalición. Tercero, cada Partido buscará maximizar sus bancas en la siguiente elección y el índice de aprobación del presidente afecta la decision de acercarse o distanciarse del gobierno. Cuarto, los incentivos cambian con el Desarrollo del ciclo electoral”.

“Pero vos debiste encontrar y hablar de este paper antes de julio de 2019…”

“Alea jacta est. Lo encontré recién ayer. Pero oime, sigue. En una democracia presidencialista, el partido del presidente se lleva más del 50% de los cargos. En una democracia parlamentaria, el partido del primer ministro (un primus inter pares) se lleva cargos en proporción a los votos que aportó a la coalición”.

“¿Y habla de las coaliciones en la oposición?”

“Desgraciadamente no”.

“Bueno, pero entonces yo aporto el concepto de redes de los autores franceses a ver si nos ayuda a interpretar lo que pasa en la coalición opositora. Podemos pensar cada partido como una red, que entienden como una estructura colaborativa armada por varios socios autónomos que son mutuamente dependientes para alcanzar objetivos comunes. La coalición de oposición es una red de redes. Si cada red tiene la confianza entre los miembros como cemento de unión, una red de redes pierde a la confianza como elemento de unión y la unidad se consigue a través de la colusión de intereses que están mediados por las cabezas de las redes. Yo interpreto que la constitución inicial tenía una relación muy fuerte de confianza entre los líderes de los tres partidos que la formaron. Pero luego los liderazgos cambiaron y la ampliación de la coalición claramente apunta a la constitución de la red de redes. Entonces interpreto que esta coalición está en la etapa en la que prima la colusión de intereses y con ello sus votantes ven algo más cínico y quizás más tradicional.”

“Estamos mal y parece que estaremos peor. Creo que necesitaremos seguir profundizando en el tema”.

Los dos amigos fueron llamados a almorzar en el comedor del contador.

 

 

1   Presidente de Integra Negocios. Miembro de la Cátedra PwC de Gobierno de las Organizaciones del IAE Business School. Secretario de la C.D. y presidente del Comité Académico del Instituto de Gobernanza Empresarial y Pública (IGEP). Graduado de los programas DICA I, DIEPE I y CORPSEC I del IGEP. Ingeniero Industrial (UCA), MBA (Harvard), Doctor en Dirección de Empresas (UCEMA), PAD (IAE).

2 El artículo del autor en el blog de la consultora Integra del mes de marzo de 2022.

3 En particular, “Partidos fuertes, políticas estables” por Carolina Tchintian y María Page. 

4 “Networks Governance, Partnership Management and Coalitions Federation”, ed. Palgrave Macmillan, 2016.

5 David Altman. “The politics of coalition formation and survival in multiparty presidential regimes”. En http://www.researchgate.net/publication

6 Carroll, Royce/Cox, Gary (2005) The Logic of Gamson’s Law: Pre-election Coalitions and Portfolio Distributions.

7 “Don’t stop me now!”

8 Frase atribuida a Julio César. “La suerte está echada”.