Por Alejandro Rosa - PwC
Durante el pasado verano boreal, más de 850 directores de empresas americanas, 70% de los cuales integran directorios de empresas que conforman el denominado “billion club” (es decir, compañías que facturan más de 1.000 millones de dólares), respondieron a la encuesta anual de Directores de Empresas, desarrollada por PwC, y publicada hace unos pocos días.
Los resultados de la encuesta indican que los directorios están adaptando su funcionamiento a las fuertes presiones que tanto los accionistas como los reguladores están ejerciendo sobre las empresas luego de la crisis financiera, con el objetivo de que se adopten mejoras estructurales en la forma en la que las corporaciones llevan adelante su gobierno societario. A continuación, se observan algunos resultados de la encuesta que soportan esta percepción:
- Más de la mitad de los directores encuestados indicaron que el año pasado aumentó la cantidad de horas que dedicaron al trabajo en el directorio. Sin embargo, los directores aún reconocen que hay áreas de mejora en términos de horas dedicadas, dado que el 75% quisiera dedicar más tiempo a las discusiones de estrategia y a mantener reuniones con los ejecutivos.
- En más de la mitad de las empresas, donde el rol de presidente del directorio se combina con el de CEO en la misma persona, se está discutiendo la separación de ambos roles para la próxima sucesión. Esto podría ser una respuesta al activismo que existe en muchos grupos de accionistas en ese sentido.
- Casi dos tercios de los directores indicaron que el esquema de compensación de ejecutivos se modificó como consecuencia de la nueva normativa impuesta por la SEC en relación con la participación de los accionistas en la definición de estas compensaciones (“say on pay rules”).
- Se observa un aumento en el involucramiento de los directores en la supervisión de los programas antifraude y de prevención de sobornos, así como también en las discusiones sobre el ambiente de control desde la cúpula (“tone at the top”).
Si bien los directores destacan los avances logrados, al mismo tiempo reconocen que aún queda un largo camino por recorrer para lograr llevar el gobierno societario a los niveles exigidos por sus grupos de interés. Se detallan algunos ejemplos:
- Cerca de un tercio de los encuestados indica que algún director que conforma el directorio en el que participa debería ser reemplazado. Al respecto, destacan la falta de conocimientos y la edad como factores principales. Este punto está en línea con otros estudios que indican que la edad promedio de los directores y el tiempo que se mantienen en el directorio continúa en aumento.
- El 37% de los directores indicó que no existe una distribución de responsabilidades de supervisión entre el directorio y sus comités. Muchos directores entienden los riesgos que afronta la compañía pero no tienen claro cómo el directorio distribuye las responsabilidades sobre dichos riesgos. Esta desconexión estructural podría ser peligrosa en el mediano/largo plazo.
- Más de la mitad de los directores cree que es necesario un plan de capacitación para los miembros de directorio. Al mismo tiempo, más de la mitad de los directores no ha tenido más de ocho horas de capacitación en el último año.
- El 90% de los encuestados reconoce que la única fuente de búsqueda de nuevos directores es por recomendación de otros directores.
- Los directores creen que las firmas de asesoramiento a inversores institucionales en relación con su voto en las asambleas de accionistas (“proxy advisors”) tienen mucha influencia en las decisiones sociales, pero más de la mitad de ellos califican la calidad del trabajo y de las recomendaciones de estas firmas como “pobre” o “mediocre”.
- Mientras ven oportunidades en tecnologías emergentes como las redes sociales, muchos directores se sienten incómodos con el desafío que significa realizar una supervisión efectiva en los riesgos y estrategia de IT. Más de dos tercios de los encuestados reconoció no tener suficiente información sobre la forma en la que la Compañía monitorea la publicidad adversa en las redes sociales.
Como se leyó en los últimos tiempos, muchos analistas le atribuyen a los directorios parte de la responsabilidad del advenimiento de la crisis financiera internacional, debido a su incapacidad para mapear los riesgos que acechaban a las corporaciones y supervisar a los ejecutivos. Del resultado de este estudio efectuado por PwC, puede verse que el rol del director se encuentra en un momento de transición y redefinición debido a las presiones ejercidas por los grupos de interés que exigen reformas para subsanar los errores del pasado y evitar la concurrencia de nuevos escenarios de crisis.
Ante este momento de “ebullición” en el rol del director y en el funcionamiento de los directorios, será interesante en el futuro continuar analizando el resultado de estos estudios para observar cómo evolucionan esta institución y sus miembros, pilares del gobierno societario, ante un desafío de tamaña envergadura.