Por Alejandro Javier Rosa – Socio de PwC de la práctica de Gobierno de las Organizaciones

Como expresamos en las primeras entregas de esta serie, a medida que el Coronavirus (COVID-19) continúa propagándose como una pandemia global, la comunidad empresarial está sintiendo impactos sin precedentes. Las preocupaciones para los dirigentes de las empresas son múltiples y abarcan temáticas diferentes. Siguiendo con los temas que no pueden dejar de estar en la agenda de los Directorios durante la pandemia, hablemos ahora de las cuestiones relacionadas con la información financiera:

  • Proceso de generación de información financiera. A medida que aumentan los desafíos de continuidad del negocio, las compañías pueden experimentar problemas para realizar sus procesos de cierre contable de manera oportuna. Si bien algunos organismos de contralor han prorrogado los vencimientos de presentación de información financiera de las empresas, esas extensiones podrían no ser suficientes. Los Directorios y Comités de Auditoría deben estar al tanto de las situaciones que podrían afectar la capacidad de la empresa para cumplir con los plazos de presentación. 
  • Efectividad del control interno. Un sistema de control interno puede volverse ineficaz si las personas no están disponibles o no pueden cumplir con las responsabilidades en las que se basa el sistema. La adopción de un modelo operativo de home office generalizado puede afectar significativamente la forma en que las personas trabajan y causar cambios importantes en los procesos de control. Este cambio en el modelo operativo podría ser un desencadenante para una reevaluación del riesgo del negocio, el riesgo de control y la efectividad de los controles relacionados.

Asegurarse de mantener un sistema de control interno efectivo ante el cambio en el modelo operativo de controles debe ser un foco de atención continuo de los directores.

  • Comunicación con auditores internos y externos, y otros proveedores de servicios externos. Los directores deberán asegurarse de que los auditores internos y externos, y otros proveedores de servicios externos críticos (como por ejemplo, prestadores de servicios de back office tercerizada), tengan un plan para continuar trabajando de manera virtual durante el tiempo que dure la situación de pandemia.
  • Estimaciones significativas. Como parte de los procesos de cierre contable, mientras dure la pandemia las empresas se enfrentarán a la necesidad de realizar estimaciones significativas relacionadas con sus proyecciones de negocio, de liquidez y los posibles deterioros en los valores de sus activos de largo plazo. Dado que la situación irá evolucionando con el desarrollo de la pandemia y la respuesta de los gobiernos a la misma, realizar estimaciones será todo un desafío. Los resultados, la posición financiera de una empresa y las estimaciones de su giro de negocios futuro, pueden verse significativamente afectadas por la situación económica del país, y por los impactos de la misma en sus propios clientes y proveedores. La gerencia debe actualizar las premisas y pronósticos utilizados para realizar sus estimaciones, con el fin de reflejar el impacto potencial de COVID-19. La involucración activa de los directores para evaluar la razonabilidad de las estimaciones de la gerencia es sumamente importante en circunstancias como las actuales.  Los directores deben poner su foco en asegurarse de que las conclusiones sean equilibradas, y se basen en premisas y suposiciones apropiadas.
  • Deuda. Es posible que las compañías necesiten buscar financiamiento adicional o modificar los términos de los acuerdos de deuda existentes debido a la pérdida de ingresos. En ese caso, una empresa puede tratar de modificar con sus acreedores los términos de sus acuerdos de deuda vigentes para aumentar temporal o permanentemente la capacidad de endeudamiento, cambiar la tasa de interés o modificar otros términos contractuales. Dichas modificaciones deberán analizarse para determinar las implicaciones contables.
  • Divulgación. A medida que la situación de pandemia ha avanzado hemos visto una mayor frecuencia y detalles de las divulgaciones relacionadas con COVID-19. Dentro de los estados financieros, las compañías deben considerar la divulgación de riesgos e incertidumbres, y si los eventos podrían afectar las estimaciones inherentes al proceso de preparación de la información financiera. Además, las empresas deben evaluar si se han producido hechos posteriores que requieren divulgación en los estados financieros.

Como hemos visto a lo largo de esta serie de artículos, la pandemia de COVID-19 ha cambiado dramáticamente la agenda de los Directorios. Todas las organizaciones se encuentran navegando en aguas desconocidas. Los impactos de la pandemia en el corto, mediano y largo plazo son difíciles de predecir, e inclusive los escenarios pueden cambiar de la noche a la mañana. La construcción de una agenda dinámica para el seguimiento de los temas críticos y el trabajo en equipo de los directores, son las mejores herramientas para navegar mientras dure la turbulencia.