Por Alejandro Marchionna Faré
El atribulado pasajero de la línea 102, accionista minoritario en la empresa familiar y con vocación por la profesión liberal, lee en su berlinés artículos y reflexiones sobre la extraviada conducta de una profesora con buena formación académica personal en un aula secundaria del conurbano.
Da vueltas sobre el tema porque tiene dos razones para hacerlo. La primera es que el contador cree que los buenos principios de gobernanza se deben respetar en todos los órdenes de la vida, y cualquier circunstancia es una buena metáfora para la gestión de grupos de personas y organizaciones. La otra razón es el contexto de la situación, un entorno en el que a sus ojos el oficio sagrado de la enseñanza debe respetar la individualidad y el derecho de los alumnos a realizar su propio aprendizaje sin manipulaciones ni agresiones.
En la parada de la Facultad de Ingeniería rompe la abstracción una grata observación: sube su dilecto amigo, el ingeniero industrial que da clases en esa Facultad y seguramente está volviendo a su casa a almorzar.
“¡Alejandro! ¡Qué grata sorpresa!”
“¡Tocayo! Algunas casualidades no lo son tanto”.
“Estaba leyendo este asunto de la profesora Radetich de Ciudad Evita (tan embanderada) y del alumno que sólo le hizo preguntas”.
“Es una tentación fuerte ejercer la autoridad del profesor a cargo del aula para imponer las propias ideas”.
“Pero eso no es educación, es adoctrinamiento. Y rompe las reglas de gobernanza que deberían regir dentro de cualquier aula”.
“Digamos, contador, que la gobernanza es una disciplina que es ignorada olímpicamente en el debate público. Sigue siendo algo que atrae a un grupo que podríamos llamar de cognoscenti sobre todo en el sector privado”.
“Ingeniero, me desalentás…”
“Te traigo a la realidad. Estamos muy lejos de tomarla en cuenta en la vida diaria, en los debates sobre sociedad y política”.
“Pero lo que intentó hacer esa profesora es contrario a cualquier principio de legítima y buena educación:
- Favorecer el contacto entre estudiantes y docente: según Infobae “La docente nunca medía sus palabras al frente de la clase, hacía su recurrente bajada de línea, siempre a los gritos, sin lugar al debate”, esto dista mucho de permitir el contacto entre los alumnos y ella.
- Desarrollar reciprocidad y cooperación entre estudiantes: el ataque a un alumno generó la solidaridad de otro alumno que grabó el intercambio desigual, se podría decir que allí la actitud de la profesora contribuyó a cumplir con este principio.
- Favorecer el aprendizaje activo: la actitud de la docente apuntaba a coartar cualquier aprendizaje que no fuera el esperado por ella desde su posición ideológica.
- Dar feedback inmediato: la profesora lo hizo, le dijo inmediatamente que era .
- Enfatizar los tiempos en la tarea: la profesora perdió un largo período de clase en una discusión política subjetiva.
- Comunicar altas expectativas: se transmitió que la expectativa era que militara por un partido X.
- Respetar talentos y formas de aprendizaje distintos: la profesora basureó a un alumno que había llegado a conclusiones diferentes a las que llegaba ella analizando la misma realidad.
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Ni hablar de que rompió todas las reglas de gobierno de una clase, sea secundaria o sea universitaria.
- Desarrollar relaciones de trabajo efectivas con los alumnos: ningún estudiante a quien le grita un profesor puede desarrollar una relación efectiva de trabajo.
- Formar a los alumnos sobre cómo se produce el aprendizaje en la clase: la comunicación implícita que genera el griterío es que no hay posibilidad de razonar en esa clase de Historia sino que hay que aceptar las conclusiones de la docente y repetirlas como loro.
- Proteger y apalancar el tiempo de clase: una discusión razonada de la situación desde dos ópticas distintas (la del profesor y la del alumno que la cuestiona) puede generar una enorme oportunidad de aprendizaje y por lo tanto ser un extraordinario aprovechamiento del tiempo para que se transmita una forma científica y racional de análisis de la realidad; el video no mostró ese caso.
- Anticipar comportamientos de los alumnos en planes de lecciones bien escritos y justificados: el cuestionamiento del alumno tomó a la profesora Radetich completamente sin preparación y además ésta se dejó llevar por reacciones emocionales que están muy lejos de constituir una clase bien planificada.
- Establecer estándares de conducta que promuevan el aprendizaje por los alumnos: la profesora aplastó cualquier conducta que llevara a un verdadero aprendizaje, sí dejó en claro que pretendía que todos los estudiantes se ajustaran a un pensamiento único que ella bajó como las tablas de la ley.
Hasta acá con el paseo por los conceptos de una buena educación”.
“Sí, pero la tecnología le permitió a un compañero del alumno cuestionador equilibrar el campo de juego.”
“Es cierto. El abuso de reglas de gobernanza y la ignorancia de principios de educación fue puesto en el centro del debate público a través de una cuenta de Instagram”.
“Ah, entonces la situación se parece a la festichola en…”
“Exacto. Hoy tenemos una conectividad que puede afectar la concentración de los alumnos en nuestras clases pero impide que haya gente que se considere más allá del bien y del mal. Esto se está viendo no sólo respecto de temas políticos sino también de errores de multinacionales y pequeños comercios”.
“Me levantás el ánimo”.
“Me alegro. Aquel semáforo lo conozco”.
Los amigos se despiden, ya que el ingeniero baja y el contador sigue unas cuadras más. Éste termina de leer su matutino.
Lo peor que ha leído nuestro atribulado pasajero en ese diario es una frase que retumba en su cabeza: “Que haya tenido ese debate es formidable, abre la cabeza”.
1 Presidente de Integra Negocios. Miembro de la Cátedra PwC de Gobierno de las Organizaciones del IAE Business School. Secretario de la C.D. y presidente del Comité Académico del Instituto de Gobernanza Empresarial y Pública (IGEP). Graduado de los programas DICA I, DIEPE I y CORPSEC I del IGEP, miembro por Argentina del GNDI (Global Network of Director’s Institutes). Presidente de la Fundación Andes. Fellow y Chartered Director del IoD (Gran Bretaña). Ingeniero Industrial (UCA), MBA (Harvard), Doctor en Dirección de Empresas (UCEMA), PAD (IAE).
2 Línea de transporte urbano en Buenos Aires.
3 Con la complicidad del Prof. Carrera.
4 Gente especialmente bien informada sobre un tema en particular.
5 Infobae, 26 de agosto de 2021